miércoles, 14 de octubre de 2009

Porque No Llega El Avivamiento 2

LA ORACION SE APODERA DE LO ETERNO
Ningún hombre es más grande que su vida de oración. El pastor que no ora está jugando en religión; el pueblo que no ora está extraviado. El pulpito puede ser un escaparate de humanos talentos, pero la cámara de oración no tiene ventanas al exterior.
Pobre como se muestra la Iglesia hoy día en tantas cosas, lo es más en cuanto a la oración.
Tenemos muchas organizaciones, pero pocos penitentes; muchos espectáculos y actores, pero pocos orantes; muchos cantores, pero pocos corazones heridos; grandes pastores y débiles guerreros de Cristo; mucho aparato, pero poca pasión; muchos actuantes, pero pocos intercesores; muchos escritores, pero pocos luchadores. Fallando en esto fallamos en todo.
Los dos requisitos para una vida cristiana victoriosa son visión y pasión; ambos son nacidos y sustentados por la oración. El ministerio de la predicación está abierto a pocas personas, pero el ministerio de la oración —el más elevado de todos los ministerios humanos— está abierto a todos. Los adolescentes espirituales dicen: «Hoy no iré al templo; sólo es una reunión de oración.» Creo que Satán tiene poco que temer hoy día de los pulpitos. Pero experiencias pasadas le obligan a levantar todo su infernal ejército en contra del pueblo de Dios cuando ora. Los cristianos modernos conocen poco aquello que Jesús dijo de «atar o desatar»; aunque la promesa es para nosotros: «Todo lo que vosotros atareis...» ¿Lo has realizado recientemente? Dios no es pródigo con su poder; pero para ser mucho para Dios tenemos que estar mucho con Dios.
Este mundo está precipitándose al infierno con una velocidad tal que el más veloz aeroplano es, al lado de tal marcha, como una tortuga; sin embargo, ¡ay!, pocos de nosotros pueden recordar la última noche que dejaron de acostarse para pasarla en vela ante Dios en demanda de un despertamiento mundial. No nos sentimos movidos a compasión. Confundimos el andamio con el edificio. La predicación de nuestros días, con su pálida interpretación de las divinas verdades, nos hace tomar la acción por unción, la comunión por nuevo nacimiento, y los balbuceos por despertamiento.
El secreto de la oración es el orar en secreto. El pecador cesa de orar y el que ora cesa de pecar. Somos mendigos en bancarrota, pero no estamos quebrantados, ni aun ligeramente doblados.
La oración es profundamente simple y simplemente profunda. «La oración es la más sencilla forma de hablar, simplemente infantil; sin embargo, es tan sublime que sobrepasa y agota todo vocabulario humano. Una catarata de palabras ardorosas tan grande como la del Niágara no impresiona a Dios ni le mueve. Una de las más ardientes y profundas intercesoras del
Antiguo Testamento no tenía palabras.» Sus labios se movían, pero su voz no se oía. Ninguno expresión lingüística. Hay «gemidos indecibles», que no pueden ser expresados con palabras.
Estamos tan por debajo del nivel del Cristianismo no-votestamentario que no conocemos la clase de fe histórica de nuestros padres espirituales (con sus implicaciones y operaciones) y sólo conocemos la fe histórica de nuestros contemporáneos. La oración es para el creyente lo que el capital para el negociante.
¿Puede alguien negar que el afán de la iglesia moderna es por dinero? Sin embargo, lo que más preocupa a la iglesia de nuestro tiempo es lo que menos preocupaba a la iglesia apostólica. Nuestro énfasis es sobre donativos, el suyo era sobre oración. Cuando damos podemos edificar un buen local; cuando ellos oraban el local temblaba.
En los días del Nuevo Testamento la inspiración del Espíritu sacudía el infierno. En cambio, en nuestros días, la oración que vence al mundo, nunca había sido dejada por tantos, al cuidado de tan pocos. Sin embargo, no hay sustituto para esta clase de oracion; o la practicamos o morimos.
Una religión de mera emoción y sensacionalismo és la más terrible de las maldiciones que puede sobrevenir a cualquier pueblo. La ausencia de realidad es bastante triste, pero la pretensión de ello es un pecado mortal.
S. Chadwick
Conviene quitar la idea de que la fe es un heroísmo espiritual propio tan solamente de espíritus selectos. Hay, ciertamente, héroes de fe; pero la fe no es sólo para héroes. Es un asunto de madurez u hombría espiritual. Es madurez, a la que todos pueden llegar.
P. T. Forsyth
Cuando Dios se propone hacer una misericordia grande con su pueblo, la primera cosa que hace es invitarles a orar.
Matthew Henry
Verdad sin entusiasmo, moralidad sin emoción, ritual sin vida, son cosas que Cristo condenó rotundamente. Con falta de fuego la religión se convierte en una filosofía sin Dios, un sistema ético o una superstición.
S. Chadwick
El llamamiento de la cruz es, por tanto, entrar en esta pasión de Cristo. Debemos tener sobre nosotros la marca de los esclavos.
Gordon Watt
Mi necesidad cumple tu plenitud, y tengo mi todo en Ti.
Desconocido
He visto rostros sobre los cuáles la Sagrada Paloma aparecía invisiblemente.
Carlos Lamb hablando de los Cuáqueros
Fervientes en espíritu: sirviendo al Señor.
El apóstol Pablo
Tomado del libro PORQUE NO LLEGA EL AVIVAMIENTO
Escrito Por: Leonard Ravenhill

Publicado en: www.miguelcaraballoministerio.blogspot.com

miguelcaraballoministerio@gmail.com

Porque No Viene El Avivamiento 1

POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS
CONSIGUE UNCION.
La cenicienta de la iglesia es la oración. Esta criada del Señor es despreciada y desechada porque no se adorna con las joyas del intelectualismo, ni las brillantes sedas de la filosofía, ni con la impresionante tiara de la psicología. Lleva los delantales de honesta sinceridad y humildad. No teme arrodillarse.
El defecto de la oración, humanamente hablando, es que no se apoya en la eficiencia mental. (Esto no quiere decir que la oración sea la aliada de mentes enfermas, sino que en éstos sólo se aprecia la eficiencia intelectual.) Pero la oración requiere una sola cosa: espiritualidad.
No se necesita indispensablemente la espiritualidad para predicar, esto es, para dar sermones con perfección homilética y exactitud de exégesis. Mediante una buena dosis de memoria, ciencia, ambición personal, desparpajo y una buena biblioteca bien cargada de libros, el pulpito puede ser conquistado por cualquiera en nuestros días. La predicación de este tipo puede influenciar a los hombres, la oración influye con Dios.
La predicación afecta al tiempo, la oración a la Eternidad. El pulpito puede ser un escaparate para exhibir nuestros talentos; la oración significa lo contrario a exhibicionismo.
La tragedia de estos últimos tiempos es que tenemos demasiados predicadores muertos en los pulpitos dando sermones al pueblo. ¡Qué horror! Una extraña cosa he visto «debajo del sol»: que aun en círculos fundamentalistas se predica sin unción. ¿Qué es unción? Apenas lo sé.
Pero sé lo que no es (o por lo menos sé cuándo no está sobre mi propia alma). Predicar sin unción mata en lugar de dar vida. El predicador falto de unción es «sabor de muerte para muerte». La palabra no se hace viva a menos que la unción divina esté sobre el predicador.
Por lo tanto, predicador, sobre todas las cosas buscadas, busca unción. Hermanos, podríamos bien apañarnos siendo solamente medio intelectuales (de la intelectualidad moderna) si fuéramos doblemente espirituales. Predicar es un negocio espiritual. Un sermón nacido de la mente alcanza simplemente la mente; un sermón nacido en el corazón, alcanza el corazón.
Con la bendición de Dios un predicador espiritual producirá gente espiritual. Pero la unción no es una paloma que bate sus alas contra los cristales para entrar en el alma del predicador, sino que tiene que ser perseguida y alcanzada. La unción no puede ser aprendida cual arte, sino que debe ser ganada y conseguida por oración. La unción es la medalla divina concedidaal predicador que como soldado ha luchado en oración y obtenido la victoria. La victoria no se obtiene en el pulpito disparando descargas intelectuales, sino en el retiro de la oración. Es una batalla ganada o perdida antes de que el predicador pise el pulpito. La unción es cual dinamita. La unción no viene por las manos del obispo, ni queda disipada cuando el predicador es puesto en prisión. La unción penetra y derrite, endulza y ablanda. Cuando el martillo de la lógica y el fuego del humano celo fracasan en abrir los corazones, la unción lo consigue.
¡Cuánta fiebre de construir iglesias existe actualmente! Sin embargo, sin predicadores ungidos estas alturas no se verán nunca rodeadas de ansiosos penitentes.
Suponte que tuviésemos buques pesqueros con el mayor confort, el más moderno equipo de radar, instalación eléctrica y aparejos de pesca movidos mecánicamente, y les viéramos salir a alta mar y volver mes tras mes con bodegas vacías. ¿Qué excusa daríamos para su esterilidad?
Sin embargo, millares de iglesias ven sus altares y hasta sus bancos vacíos semana tras semana y año tras año, y cubren su estéril situación mal aplicando el versículo «Mi Palabra... no volverá, a Mí vacía». (¡Digamos, de paso, que éste parece ser uno de los pocos textos que los dispensacionalistas olvidan que fue escrito para los judíos!).
El triste hecho es que el fuego de los altares está ardiendo muy débilmente o se halla apagado del todo. La reunión de oración está muerta o moribunda. Por nuestra actitud con respecto a la oración parecemos estar diciendo a Dios que lo que fue empezado en el espíritu podemos terminarlo en el poder carnal. ¿Qué iglesia pide a su candidato al pastorado cuánto tiempo emplea en oración? Sin embargo, a la luz de la historia os diría que un ministro del evangelio que no dedique dos horas diarias a la oración no vale un céntimo, sean cualesquiera los títulos que posea.
La iglesia está hoy día acorralada a los lados del camino mirando con desaliento y vergüenza cómo los ingenios humanos de dos grandes potencias políticas se pavonean en medio de la carretera lanzando amenazas en contra de «todo lo puro, amable y de buen nombre».
Detrás sigue el cortejo de una poderosa organización eclesiástica nominal. En tanto, el diablo ha sustituido la doctrina cristiana de la regeneración por la reencarnación budista; al Espíritu
Santo, por los espíritus familiares del espiritismo; los milagros, por las curaciones psicológicas de la Ciencia Cristiana; a Cristo, por el Ecumenismo capitaneado por Roma.
Contra estos dos males gemelos, aunque aparentemente antitéticos, el sistema ateo y la organización religiosa nominal, ¿qué tiene la verdadera Iglesia Cristiana para ofrecer? La mayor somnolencia; tanto en el pulpito como en la Prensa ha tomado el lugar de la contraofensiva religiosa de siglos pasados. Hasta Roma ya no nos llama protestantes, sino acatólicos, o hermanos separados. ¿No es esto significativo? ¿Quién contiende hoy eficazmente por la fe una vez dada a los santos? ¿Dónde están nuestros valientes guerreros de los pulpitos? Los predicadores, que deberían estar «pescando hombres», están buscando cumplimientos y halagos humanos. Los predicadores, que antes sembraban semillas, siembran ahora perlas de intelectualismo. (¡Imaginaos qué cosecha produciría un terreno sembrado con perlas!)
¡Afuera con esta predicación paralítica que carece de poder porque ha sido engendrada en una tumba en vez de en una matriz viva, pues procede de un alma sin fuego del Espíritu Santo, ni oración!
Si Dios nos llamó al ministerio, queridos hermanos, os digo que debemos empeñarnos en obtener la unción. Sobre todas las cosas buscadas, busca la unción, a menos que nos conformemos con altares estériles adornados de intelectualismo sin unción.
Nuestra oración, sin embargo, necesita ser engendrada y perseguida con una energía incansable, una persistencia imperturbable y un valor que nunca desfallezca.
E. M. Bounds
Pero vosotros, amados, edifícaos en vuestra santísima fe, ORANDO EN EL ESPÍRITU SANTO.
Judas
¡Oh!, que podamos ser nosotros profundamente conmovidos por el estado languideciente de la Causa de Cristo hoy día sobre la tierra, por las entradas del enemigo y las desolaciones que ha producido en Sión. ¡Ay!, que un espíritu di indiferencia, o por lo menos de fatalístico estoicismo, nos mantiene helados a muchos de nosotros.
A. W. Pink
La oración era la ocupación preeminente de su vida.
El biógrafo de Edwin Payson
Días enteros y semanas ha pasado postrado sobre el suelo en oración silenciosa o audible.
George Whitefield
Todos los despertamientos empiezan en la cámara secreta; ningún corazón arde en fe sin mucha conversación secreta con Dios, y nada puede sustituir su falta.
Berridge
Me parecía como si hubiera bajado del cielo y estuviera enajenado en Dios; a menudo, cuando salía de orar, estaba blanco como la pared.
Un amigo comentando su estancia con Tersteegen en Kronenberg

Tomado del libro PORQUE NO LLEGA EL AVIVAMIENTO
Escrito Por: Leonard Ravenhill

Publicado en: www.miguelcaraballoministerio.blogspot.com

miguelcaraballoministerio@gmail.com

domingo, 11 de octubre de 2009

Examinate a Ti Mismo – Paul Washer

















No Desperdicies Tus Sufrimientos

Interesante tema sobre como glorificar a Dios por sobre todas las cosas y en todo momento, mayormente cuando no son muy agradables las cosas que nos estan pasando. Son las palabras escritas por un pastor la noche antes de ser operado de carcer en la prostata; como lo menciona el libro de Job: Recibiremos de Dios solamente las cosas buenas?
Estoy escribiendo estas palabras en la víspera de una cirugía de cáncer en mi próstata. Creo en el poder de Dios para sanar – por medio de un milagro y de la medicina. Se que es cierto y bueno orar por los dos tipos de cura. El cáncer no es desperdiciado al ser curado por Dios. Él recibe la gloria – esto porque el cáncer existe. Entonces no orar por la cura puede desperdiciar el cáncer. Pero la cura no es el plan de Dios para todos. También existen muchas otras formas de desperdiciar su cáncer. Estoy orando por mí y por usted, para que no desperdiciemos este dolor.
1. Usted desperdiciará su cáncer cuando no crea que esto fue planeado por Dios.
No diga que Dios sólo usa nuestro cáncer pero que no lo planea. Lo que Dios permite, Él lo hace por una razón. Esta razón es Su voluntad. Si Dios prevé desarrollos moleculares que llegan a ser cancerígenos, ¿Él puede detener esto o no? Si no, Él tiene un propósito. Por ser infinitamente sabio, es correcto llamar este propósito de plan. Satanás es real y causa muchos placeres y dolores. Pero él no es la causa última. Así, cuando él atacó a Job con úlceras (Job 2.7), Job lo atribuyó a Dios (2.10), y el escritor inspirado concuerda: “y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él” (Job 42.11). Si usted no cree que el cáncer fue planeado por Dios, usted lo desperdiciará.
2. Usted desperdiciará su cáncer cuando crea que él es una maldición, y no una bendición.
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8.1). “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros” (Gálatas 3.13, LBA). “Porque contra Jacob no hay agüero, Ni adivinación contra Israel” (Números 23.23). “Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad” (Salmo 84.11)

3. Usted desperdiciará su cáncer cuando busque descanso en sus fuerzas en vez de buscarlo en Dios.
El plan de Dios en relación a su cáncer no es entrenarlo en el cálculo de oportunidades racionalistas y humanas. El mundo encuentra descanso en estadísticas. Los cristianos no. Algunos confían en sus autos (porcentaje de sobrevivencia) y otros confían en sus caballos (efectos colaterales del tratamiento), pero nosotros confiamos en el nombre del Señor, nuestro Dios (Salmo 20.7). El plan de Dios es claro en 2 Corintios 1.9: “Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos”. El objetivo de Dios con relación a su cáncer (entre varias oras buenas cosas) es derrotar la confianza en nuestro corazón para que podamos descansar completamente en Él.
4. Usted desperdiciará su cáncer cuando se rehúse a pensar en la muerte.
Todos nosotros moriremos en el caso que Jesús no retorne en nuestros días. No pensar en cómo sería dejar esta vida y encontrarse con Dios es absurdo. Eclesiastés 7.2 dice: “Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón”. ¿Cómo podría aplicar esta verdad en su corazón si no piensa en ella? Salmos 90.12 dice: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría”. Contar los días significa pensar cuan pocos son ellos y que ellos terminarán. ¿Cómo conseguirá un corazón sabio si usted se rehúsa a pensar en esto? Que desperdicio es cuando no pensamos en la muerte.
5. Usted desperdiciará su cáncer cuando piense que “vencerlo” significa sobrevivir y no aproximarse a Cristo.
Los planes de Dios y los planes de Satanás para su cáncer no son los mismos. Satanás desea destruir su amor por Cristo. Dios planea profundizarlo. El cáncer no vencerá si usted muere lo que hará será aproximarlo a Cristo. El plan de Dios es privarlo del alimento del mundo y satisfacerlo con la suficiencia de Cristo. Esto tiene el objetivo de ayudarlo a decir: “estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor”. Y saber, por lo tanto, que “el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 3:8; 1:21).
6. Usted desperdiciará su cáncer cuando gaste mucho tiempo leyendo sobre el cáncer y no lo suficiente al respecto de Dios.
No es errado leer sobre el cáncer. Ignorancia no es virtud. Pero, el deseo de saber más y más, y la falta de celo por el conocimiento continuo de Dios es sintomático de incredulidad. El objetivo del cáncer es recordarnos de la realidad de Dios, poner sensaciones y fuerzas en el mandamiento “conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová” (Oseas 6.3), recordarnos de la verdad de Daniel 11.32: “mas el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará”, volvernos árboles indestructibles y firmes: “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” (Salmos 1.2,3). Que desperdicio es leer todo el día sobre el cáncer y nada al respecto de Dios.
7. Usted desperdiciará su cáncer cuando se aísle en vez de profundizar sus relaciones manifestando afección.
Cuando Epafrodito trajo los presentes enviados por la Iglesia de Filipos a Pablo, él se enfermó y casi murió. Pablo dijo a los filipenses: “porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado” (Filipenses 2.26). ¡Que reacción maravillosa! No dice que estaban angustiados porque Epafrodito estaba enfermo, sino que él estaba angustiado porque los filipenses oyeron que él estaba enfermo. Este es el tipo de corazón que Dios pretende crear con el cáncer: el corazón profundamente afectivo y preocupado de las personas. No desperdicie su cáncer volviéndose a usted mismo.
8. Usted desperdiciará su cáncer cuando se entristezca como quien no tiene esperanza.
Pablo usa esta expresión para designar a personas cuyos seres queridos habían muerto: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.” (1 Tesalonicenses 4.13). Hay tristeza en la muerte. Cuando es un creyente el que muere, hay una pérdida temporal – la pérdida del cuerpo, de seres queridos y del ministerio terrenal. Sin embargo la tristeza es diferente – es perneada por la esperanza: “pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor” (2 Corintios 5.8). No desperdicie su cáncer poniéndose triste como quien no tiene esperanza.
9. Usted desperdiciará su cáncer cuando trate con el pecado igual que antes.
¿Sus pecados “favoritos” siguen tan atractivos como antes de tener cáncer? Si la respuesta fue afirmativa, entonces usted está desperdiciando su cáncer. El cáncer fue planeado para destruir el apetito por el pecado.Orgullo, avaricia, lujuria, odio, falta de perdón, impaciencia, prejuicio – todos estos son adversarios que el cáncer debe atacar. No piense en sólo luchar contra el cáncer. Piense también en usarlo. Todas estas cosas son peores que el cáncer. No desperdicie el poder del cáncer para debilitar estos adversarios. Deje que la presencia de la eternidad vuelva sus pecados temporales tan débiles como ellos realmente son. “Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?” (Lucas 9.25).
10. Usted desperdiciará su cáncer cuando falle en utilizarlo como medio de testimoniar la verdad y la gloria de Cristo.
Los cristianos nunca se encuentran en determinado lugar por accidente. Existen razones por las cuales somos llevados donde estamos. Considere lo que Jesús dijo sobre circunstancias inesperadas y dolorosas: “antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. Y esto os será ocasión para dar testimonio” (Lucas 21.12-13). Lo mismo ocurre con el cáncer. Esa será una oportunidad para testimoniar. Cristo es infinitamente digno. Aquí hay una oportunidad de oro para mostrar que cristo vale más que la vida. No la desperdicie.
Recuerde que usted no fue dejado sólo; tendrá la ayuda necesaria: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).
Pastor John Piper